lunes, 15 de noviembre de 2010

Consejos para una pareja estable y feliz

1. Comunicación: sin ella, no hay relación.
Aunque lo hayas oído mil veces, no deja de ser
cierto. Es imposible que una pareja funcione o
ambos miembros se sientan felices con la relación
si no existe una buena comunicación entre
ellos. Pero comunicarse no se refiere a hablar
mucho, sino a poder expresarle a
 nuestra pareja nuestros
sentimientos, inquietudes, proyectos...
y obtener un“feedback” por su parte.
Si existe una buena comunicación es
fácil resolver los problemas que van
surgiendo.

2. Escuchar: la otra cara de la moneda
Es tan importante como ser capaces de hablar y comunicarnos. Si
tú hablas sin parar pero cuando él quiere contarte algo
suyo(¡aunque sea sobre fútbol!) enseguida cambias
de tema, estás fallando
 en un punto muy importante.
 Y no se trata de
mantenerse callado y
 oír lo que el otro dice,
sino de escucharle y
 tratar de entenderle.

3. Ser comprensivos: capacidad de empatia.
Antes de juzgar una situación, por muy grave o absurda
que te parezca, intenta ponerte en su lugar, tratar de
averiguar qué siente, cómo piensa, por que se ha
comportado así. Nadie tiene nunca la razón absoluta y
siempre hay muchas versiones para la misma
historia.
Tu pareja no puede ni debe comportarse igual que
; enfadarte por todo lo que hace sin tratar de
entenderle o intentar cambiarle es un
 error. Aunque debéis tener cierta
afinidad, no tenéis por qué pensar
 igual. Entender esto os ayudará a
ser mucho más comprensivos el uno
con el otro, más tolerantes y justos.

4. Tolerancia: libertad bien entendida.
Debes ser tolerante con tu pareja siempre que su
comportamiento o actitud sea honesta o no te haga daño física
o emocionalmente. Este es uno de los puntos más difíciles de
llevar a cabo, ya que normalmente, aunque la queramos para
nosotros, nos cuesta mucho darle libertad
 a nuestra pareja. Cada
miembro de la pareja tiene derecho a sus
 momentos de independencia e intimidad,
 a desarrollar sus proyectos, aficiones o
 ilusiones sin sentirse coartado por el otro.
 Una pareja no supone un contrato
de esclavitud sino de colaboración.

5. Desarrollo personal, no fusional.
Es muy importante entender que aunque seáis pareja
seguís siendo personas independientes, con una
personalidad y una vida propias.
Debes madurar y desarrollar de forma
individual para que exista un equilibrio
en la pareja; ninguno debe vivir a la
sombra delotro o ser totalmente
dependiente de él. Por supuesto, este
desarrollo debe ser paralelo a vuestro
desarrollo y madurez como pareja.

6. Tener vida social.
Aunque al principio sólo os apetezca estar juntos y
solos, es fundamental que tengáis vida social. Pero no
solo de forma individual sino como pareja. Esto significa
que tengáis amistades comunes con las que podáis
hacer planes. Esto también puede hacerse extensivo a
la familia. 
Salir y divertiros juntos os hará sentir bien y le dará una
pizca de emoción a vuestra vida de pareja. La vida
social también se refiere, por supuesto, a la que
tengas cada uno por vuestra cuenta. 
Es importante que ambos podáis seguir
disfrutando de vuestros propios amigos
solos, por supuesto, de una forma
honesta y sana. Para ello es fundamental
tener confianza en la pareja, el siguiente
punto de la lista.

7. Confianza: evita el desamor.
Una relación sin confianza mutua no va a ninguna
parte. No una confianza ciega sino racional. Si no
tenemos motivos reales o probados para desconfiar,
agobiar a nuestra pareja con nuestros miedos o
inseguridades la apartará de nosotros. La falta de
confianza enrarece las relaciones y hace difícil la
convivencia. 
El que es objeto de sospecha o acoso suele acabar
desenamorándose porque la actitud de su pareja le
impide disfrutar de las cosas más
simples; para no crear situaciones
incómodas acaba renunciando a
muchas cosas. Pero la persona que
desconfía también sufre mucho y puede
pasar fácilmente del amor a la obsesión. 
La solución a este problema pasa por la
comunicación.

8. Afecto: después de la pasión.
Es imprescindible para que una relación sobreviva. Las carencias
afectivas suelen terminar con muchas parejas. El afecto es la
demostración del amor, fundamental una vez que el
enamoramiento y la pasión empiezan a decaer. 
Es muy importante tener siempre una actitud cariñosa hacia nuestra
pareja y hacerle demostraciones de cariño pese a que lleves
mucho tiempo juntos. No sentirse queridas es una
de las principales quejas de las mujeres. 
El cariño es algo que debe cuidarse cada día,
 ya que es lo que más fácilmente se pierde
con el Tiempo y la rutina. Conoces tanto a
tu pareja que no crees que necesite tu
 mimos y caricias. Si no recibimos cariño
debemos hacérselo saber a nuestra pareja para
ver si se trata de una cuestión de descuido o existe
una causa más profunda.

9. Sexo: la sal de la relación.
Que el sexo funcione es un gran punto a favor para que
una relación dure, pero tampoco debe serlo todo. Si sólo
quedas para practicar sexo es difícil que vuestra
relación llegue a algo más.
Es importante que ambos disfrutéis con las
relaciones sexuales y toméis la iniciativa a la hora
de mantener relaciones. El sexo, como el cariño,
también hay que cuidarlo, no volverse cómodos con
el paso del tiempo.
El cansancio, el estrés, los niños y las preocupaciones
hacen estragos en la vida sexual de
muchas parejas. Cuando el deseo
está inhibido hay que buscarlo y
propiciarlo, mantener una vida sexual
activa es un trabajo y una cuestión de los
dos.

10. Amor: saber dar y recibir.
A amar también se aprende. De hecho, es un acto maduro y puede ser muy consciente. En casi todas las parejas suele haber uno que desempeña el rol de amante y otro el de amado. Es muy cómodo dejarse querer, pero no siempre es la postura que más felices nos hace dentro de una relación.
Tan importante es que nuestra pareja nos diga que nos quiere, como poder decirlo nosotros. Hay personas que tiene una enorme capacidad para amar y entregarse y otras a las que les cuesta tanto que llegan a    
fracasar en sus relaciones aún queriendo a la otra persona. 

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